
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS pondrán en marcha, a partir del 1 de julio de 2025, una prueba piloto para incorporar a personas trabajadoras de plataformas digitales (como repartidores y conductores) al Régimen Obligatorio del Seguro Social.
Esta medida da cumplimiento a las reformas publicadas en diciembre de 2024 a la Ley Federal del Trabajo, que reconocen una nueva figura laboral para quienes prestan servicios mediante aplicaciones tecnológicas.
Durante su sesión ordinaria del pasado 27 de mayo, el Consejo Técnico del IMSS aprobó las reglas generales para este esquema de aseguramiento. Con esta decisión, se abre la posibilidad de que miles de trabajadores de la economía digital accedan a servicios médicos, prestaciones sociales, aportaciones al Infonavit y protección ante riesgos laborales, bajo un régimen formal y con aportaciones mensuales.
El piloto tendrá una duración inicial de 180 días y estará dirigido a quienes generen ingresos mensuales iguales o superiores al salario mínimo. Aunque los trabajadores mantendrán su autonomía y flexibilidad operativa, es decir, sin horarios fijos ni subordinación directa, las plataformas estarán obligadas a reportar ingresos y facilitar la afiliación ante el IMSS.
El proyecto fue diseñado mediante mesas técnicas que reunieron a funcionarios del IMSS y la STPS, así como a representantes de plataformas tecnológicas y asociaciones de trabajadores. La intención es garantizar que el modelo sea funcional, jurídicamente claro y viable en su operación desde el primer día.
A pesar del reconocimiento institucional, la iniciativa ha despertado dudas y reservas entre sectores de trabajadores digitales. Algunas agrupaciones señalan la necesidad de definir con mayor precisión los criterios de cotización, especialmente en lo que respecta al impacto de gastos operativos como gasolina, mantenimiento y uso de datos móviles. Temen que, si no se consideran estos elementos, el nuevo esquema pueda afectar negativamente sus ingresos.
Además, existe preocupación por el posible efecto que esta regulación tenga en la relación con las plataformas. Algunos trabajadores estiman que, ante la obligación de cotizar, las empresas podrían limitar la oferta de trabajo o imponer restricciones no previstas originalmente. La incertidumbre sobre cómo se calcularán las cuotas y cuál será la carga compartida entre trabajador y empresa también ha sido motivo de debate.
El IMSS prevé publicar los lineamientos oficiales en el Diario Oficial de la Federación en los días siguientes a la entrada en vigor del piloto. Se espera que, una vez concluido el periodo inicial, se lleve a cabo una evaluación integral para determinar ajustes y, en su caso, la continuidad del esquema a nivel nacional.
Este programa piloto representa un paso relevante hacia la formalización del trabajo en plataformas digitales. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad institucional para implementar el modelo con transparencia, de la disposición de las plataformas para asumir su responsabilidad social y del acompañamiento que reciban los trabajadores en su transición hacia un régimen de seguridad social más justo y sostenible.