
La mañana de este 8 de mayo, a casi 16 años del incendio en la Guardería ABC que arrebató la vida a 49 niñas y niños, los sobrevivientes del siniestro comenzaron una emotiva jornada de memoria y concientización en diversas escuelas de Hermosillo. Hoy, convertidos en jóvenes, visitaron planteles educativos con el objetivo de fomentar una cultura de prevención y mantener viva la memoria colectiva.
Con el lema “El pasado es el aprendizaje de mañana”, el grupo inició un recorrido por primarias y secundarias de la ciudad, acompañados por integrantes de Protección Civil, bomberos y policías municipales que participaron en la atención de la tragedia ocurrida el 5 de junio de 2009. Durante su visita, ofrecieron charlas dirigidas a estudiantes, centradas en la importancia de la seguridad escolar y la preparación ante emergencias.
Esta jornada educativa contempla una primera fase en 20 escuelas, y se complementa con un concurso artístico convocado por la agrupación Salud y Justicia por Nuestros Niños. Dirigido a menores de entre 6 y 15 años, el certamen invita a participar en categorías como dibujo, canción, poema, mensaje o reclamo a la sociedad. Las piezas deben reflejar valores como la solidaridad, la justicia, la seguridad y la memoria.
La recepción de trabajos estará abierta del 6 al 20 de mayo a través del correo electrónico [email protected]. Los tres mejores trabajos en cada categoría recibirán premios simbólicos de hasta mil 500 pesos. Las obras ganadoras se presentarán públicamente el próximo 5 de junio, como parte de los actos conmemorativos por el aniversario luctuoso.
Rebeca Jáuregui y Luis Eduardo Mada, ambos sobrevivientes del incendio, encabezaron la jornada de este jueves y subrayaron la importancia de involucrar a las nuevas generaciones en este ejercicio de memoria activa. “Queremos que recuerden, pero sobre todo que aprendan. Que el dolor se transforme en prevención”, expresaron.
Como parte del homenaje, la obra ganadora del concurso será exhibida en la fachada del inmueble donde ocurrió la tragedia, hoy convertido en un símbolo de exigencia de justicia y garantía de no repetición. La iniciativa busca honrar a quienes perdieron la vida y dar voz a quienes, 16 años después, siguen construyendo esperanza desde el recuerdo.