PRI, Partido Verde, PRD en Guanajuato…viviendo de migajas.
Es una lamentable derrota para la democracia y el real equilibrio de poderes en Guanajuato, que los partidos de oposición al PAN hayan aceptado su papel de derrotados y que se hayan acostumbrado a las migajas que reciben, no impulsen nuevos liderazgos y se peleen solo por puestos de representación proporcional en regidurías y diputaciones locales, que es lo único que sienten seguro.
El PRI, Partido Verde y el PRD, principales “fuerzas opositoras” en Guanajuato ya no juegan a ganar en los procesos electorales, sino a no perder el registro ante el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG), manejándose como un negocio de franquicia, viviendo de las prerrogativas-limosnas que les dan, pero nunca preparándose para ser una propuesta viable y sincera para los ciudadanos, con planes y proyectos para ser gobierno y sin permitir que caras frescas y sangre nueva llegue a renovar sus gastadas y anacrónicas estructuras.
El Partido Revolucionario Institucional está secuestrado por el cacique de Salvatierra Gerardo Sánchez García, que hace política de los años sesenta y se ufana de sus pillerías con un total descaro. El Senador Sánchez García tiene al frente del Comité Directivo Estatal a su lacayo Santiago García López, que como dirigente ha llevado al PRI a sus más estrepitosas derrotas y como diputado es una vergüenza por su falta de conocimientos y compromiso por legislar, y ni pensar que quiera de verdad fiscalizar el manejo de los dineros de los guanajuatenses, pues le tiene miedo a Miguel Márquez Márquez. Hay otros liderazgos, pero patéticos también, como el de Bárbara Botello Santibáñez, que se quemó horrible como alcaldesa de León y resultó más ladina que Alí Babá o Miguel Ángel Chico Herrera, personaje timorato y pusilánime que cuando se postuló para gobernador hace algunos años, el PRI sufrió una derrota histórica.
El Partido Verde es un negocio descarado, donde Beatriz Manrique Guevara es la dueña absoluta y ha hecho de la política su modus vivendi por décadas. No le interesa que el Partido Verde crezca o que sea semillero de nuevos líderes, ella solo quiere seguir mandando y acomodando a su reducido grupo de incondicionales en puestos de representación popular. Del “brujo” y Dirigente del Comité Estatal del PVEM mejor ni hablamos, Carlos Chacón Calderón es una caricatura, sin oficio y que detenta el cargo no por sus cualidades, capacidad o experiencia en lides políticas, sino porque es manejable, manipulable y sumiso a los designios de la diputada local Manrique Guevara.
El PRD nunca ha podido crecer en Guanajuato pues lamentablemente los pleitos nacionales los tienen divididos y enfrentados. Nadie los considera con posibilidades de crecimiento y menos de ser una opción seria para acceder al gobierno. Baltasar Zamudio Cortés y los pocos que integran al PRD de Guanajuato, son políticos de café, que no están dispuestos a ensuciarse los zapatos y tampoco a encabezar manifestaciones en favor de justos reclamos de
la sociedad. Ellos están resignados a ser la cuarta o quinta fuerza política del estado y se conforman con gobernar Acámbaro, y hasta ahí llegan sus aspiraciones. En ese partido de “intelectuales” no hay valientes ni aguerridos, solo cafeteros trasnochados esperando la resurrección del “Che” Guevara.
Pues esa oposición “maiciada” que tenemos en Guanajuato nos ha hecho mucho daño, pues el PAN en un cuarto de siglo se ha descompuesto y apartado de los ideales de lucha y valores que pregonaba cuando buscaba el poder, y que no tiene miedo que la ciudadanía busque una alternancia pues en el estado lamentablemente no hay esa opción. Ya sufrimos una dictadura del PAN en Guanajuato y eso se los debemos a los demás partidos de oposición que solo buscan migajas y que son felices y bien remunerados perdiendo elecciones y prestándose a la simulación de que aquí vivimos una real democracia, cuando todos sabemos que eso no es cierto. Hoy tenemos un gran elector llamado Miguel Márquez Márquez y sin oposición, hágase su voluntad.
Adolfo Enríquez Vanderkam