A ti maestro (parte 2)
Por: Altagracia Mosqueda Liceaga
“Maestro luchando, también está enseñando”
Así se grita desde lo profundo de la convicción docente, donde el alma se funde con la vocación. Los docentes, los profes, los maestros, las señoritas, las profesoras como se les quiera decir, cada uno ha dejado su huella en nuestra formación académica, social y personal, en nuestro caminar por la vida escolar tenemos presente la esencia de algunos de ellos, se han vuelto inmortales para nosotros, y qué decir de aquellos a los que quisieron desaparecer y continúan presentes, aquellos que sintiendo la necesidad imperante de mejorar su entorno, su comunidad, las condiciones de vida de su gente han dado su vida; tal es el caso del Profesor Vicente Escudero cuyo nombre lo ha arropado la comunidad en donde fue perseguido, masacrado, asesinado.
Vicente Escudero
De apenas 16 años de edad fue uno de los alumnos de la prevocacional número 7, Rafael Dondé, ubicada en lo que hoy es la CDMX; por su alto desempeño escolar fue propuesto para ocupar una plaza de maestro rural en 1934. Ese mismo año se trasladó al poblado de Santa Mónica de Viudas, en Valparaíso, Zacatecas, para desarrollar su labor, pero pronto fue víctima del odio de los cristeros que lo acusaban de ser comunista y ateo. El 5 de abril llegaron hasta su casa unos 70 de ellos, cuando el joven profesor se estaba vistiendo para ir a dar sus clases. Lo apresaron, lo arrastraron, le desollaron las plantas de los pies, le cortaron las rodillas con un cuchillo y así ensangrentado y con lágrimas en los ojos lo apedrearon y luego lo colgaron de un árbol, pues los fanáticos lo consideraban un “anticristo” que ofendía a la iglesia. En honor a este gran muchacho defensor de la libertad de pensamiento es que la localidad lleva su nombre.
Van a ser ya cuatro años de la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, su delito: querer ser maestros rurales, defender sus derechos como ciudadanos y tomar un autobús equivocado.
Los maestros rurales han sido criticados, vituperados y perseguidos porque para las autoridades representan un gran peligro, de hecho las escuelas normales rurales han sido descalificadas hasta el cansancio llamándolas “semillero de grillos”, “semillero de guerrilleros”, porque en ellas se forjan docentes reflexivos, analíticos de una sociedad que ha sido discriminada, despojada, perseguida y aniquilada como son los pueblos originarios de donde provienen la mayoría de los estudiantes de las escuelas normales rurales, al egresar de sus aulas no solo se convierten en maestros de educación básica, también se convierten en líderes comunales, en organizadores sociales siempre en defensa de los derechos de los más vulnerables. Ejemplos hay muchos:
Lucio Cabañas Barrientos
Profesor egresado de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, “Raúl Isidro Burgos”; estudiante con un gran carisma y visión política fue elegido secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM). Vinculado a los campesinos, encabezó gestiones y demandas en favor de éstos, luchó por reivindicaciones contra caciques y compañías madereras; convertido en líder popular era requerido muy a menudo por la gente para intervenir en la solución de problemas del campo y la niñez escolar. Formó el Partido de los Pobres (PDLP), en este partido se realizaban estudios de filosofía, historia, problemas del pueblo, alfabetización, economía, náhuatl, tarasco e incluyeron el manejo de armas y preparación militar. Lucio estaba convencido que el camino de las armas era el único que les permitiría cambiar al régimen capitalista que tenía hundido en la miseria a su gente. El 30 de mayo de 1974 efectuó el secuestro del senador Rubén Figueroa, que mantuvo hasta el 8 de septiembre cuando fue rescatado por el ejército federal; con tal acto, el líder del PDLP pensó que podía dar impunemente un sensacional golpe público, pero, contrario a lo esperado, con ello desencadenó en la sierra guerrerense el operativo militar más violento, sistemático y amplio que ha visto el México posrevolucionario. Lucio Cabañas falleció combatiendo al tratar de romper el primer cerco de tres que le habían tendido tropas de la 27a Zona Militar, en la sierra de El Otatal, a 20 km de Tecpan de Galeana, el 2 de diciembre de 1974. En su honor, en 2005 se dio a conocer el documental La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas, realizado por Gerardo Tort sobre el guion de Marina Stavenhagen; se crearon, asimismo, la Casa Museo Lucio Cabañas y la Fundación Lucio Cabañas, con sedes en Atoyac. En el centro de esa ciudad fue erigido en 2007 un obelisco que recuerda su nombre.
Como ellos, podemos nombrar a muchos que han luchado contra la explotación, la miseria y el despojo del pueblo mexicano: Arturo Gámiz en Chihuahua, Genaro Vázquez en Guerrero, Othón Salazar fundador de la Escuela Secundaria Anexa a la Escuela Normal Superior en la CDMX, de la cual salió despedido acusado de ser comunista, por defender el derecho de maestros y alumnos.
El odio que profesa el gobierno derechista a la educación propicia que esta labor sea vista con desprecio y sea señalada como anodina en este sexenio que termina. La profesión docente ha sido el blanco constante de agresiones: perseguidos, golpeados, desaparecidos, asesinados; además, con la (contra) Reforma Educativa se aniquilan los derechos laborales, la plaza base y se pretende cerrar las escuelas normales rurales; con esta reforma el normalismo sufre un descalabro y posiblemente su aniquilación al aperturar el trabajo docente a cualquier profesionista que resulte “idóneo” en un examen, afectando la educación popular para convertirla en educación enajenante.
A ti maestro, maestra, que en el interactuar con tus alumnos te das cuenta de las grandes necesidades que tiene nuestro país, que lees y analizas las causas del proceder institucional, que te indigna la injusticia, que te conmueve el dolor ajeno, que luchas por una sociedad con mejores condiciones de vida sin menosprecio de nadie, a ti maestro la siguiente arenga:
“Lucha, lucha, lucha, no dejes de luchar, por una educación gratuita, científica y popular
NO SIMPATIZO CON LA IZQUIERDA PERO SOY IMPARCIAL. En la lucha contra la guerrilla de Lucio Cabañas varios militares eran originarios de Salamanca entre ellos algunos de mis familiares y amigos, ahora ya retirados, que simplemente obedecieron ordenes superiores.